LA HISTORIA DE LA BRUSCHETTA

Llamada "fettunta" como se usa llamarla en Florencia, originalmente era una rebanada de pan casero tostado o por lo menos calentado y luego sazonado con ajo, sal y excelente aceite de oliva.
La bruschetta sería "la hija del fettunta", una revisión de la tradición a medida que se enriquece de variantes, de experimentos, creatividad y sabores diferentes.
Típica de Italia central pero difundida en todas partes, muy sencilla de preparar, genuina y apetitosa, puede ser disfrutada como aperitivo o entremes, si se sazona con otros ingredientes puede convertirse en un verdadero primer plato o plato único.

CONSEJOS PARA REALIZAR UNA BUENA BRUSCHETTA:
 
  • Tostar el pan hasta la mitad de cocción,
  • Extender un velo de crema de queso (sirve para que el pan no absorba los líquidos y para hacerlo más apetitoso),
  • Proceder con el relleno y llevar todo al final de la cocción,
  • Completar con embutidos donde sea necesario,
  • Servir.

 
 
        ¡... y buen apetito !